Sesión editorial E.I.P en la Casa de la Loma
Ser fotógrafo de boda a veces nos brinda oportunidades como la que hemos tenido esta semana de hacer algo muy bonito rodeados de personas muy bonitas y grandes profesionales del sector de las bodas. Primero os enseñamos el resultado y al final os contamos todos los detalles. .
Llueve hoy sobre la tierra seca de este otoño, la lluvia siempre
me hace sentir nostalgia. Es sábado y hoy no tengo que salir, me
he asomado a la ventana y a través de los cristales mojados me
he recordado mirando a la calle en otros sábados de hace mucho
tiempo y reconozco que me he puesto un poco triste.
Pero mis recuerdos aquí no son tristes, recuerdo la bicicleta roja
que mis padres me compraron y con la qué junto a mis
hermanos y mis amigos recorrí los caminos y los campos
incansable, recuerdo también la época de la cosecha en el campo
grande que hay junto a la ermita y que ese día era una fiesta. Y
como si fuera ayer, las misas de los sábados por la tarde y que
Don José me llamaba a leer la lectura y yo no quería hacerlo.
De la ermita recuerdo, mucho después, que bauticé a mi primera
hija y que la llenamos de flores y de velas y después lo
celebramos en la plaza que hay en la entrada y que se ve a través
de la ventana. Fue una fiesta con mesas largas, y recuerdo que
nos amaneció mientras cantábamos y charlábamos y reíamos.
Recuerdo que, en los fríos días de invierno, siempre estaba
encendida esa chimenea y a mí me gustaba jugar con las ascuas e
imaginar que las llamas parecían formas y podía pasar horas
mirándolas.
Y recuerdo, siempre recordaré, la biblioteca que había en la casa
y que rebusqué y disfruté durante muchos veranos. Recuerdo
que había montones de ejemplares de una vieja revista,
Selecciones de Readers Digest, que me gustaba leer y también un
libro de esoterismo que me quitó más de una noche el sueño y
que por cierto perdí.
Recuerdo también la vieja cámara, el olor a madera y la altura de
sus techos donde mis padres guardaban viejos muebles y La
Salaera, donde hacía mucho frío.
Y recuerdo flores, muchas flores en el huerto, azafrán y rosas
blancas y amarillas y margaritas naranjas y un mirto rojo en la
entrada. Y recuerdo muy bien, porque sigue ocurriendo así, que
cada tarde en primavera y en verano soplaba una suave brisa en
estas lomas.
Ha pasado mucho tiempo de todo eso y parece que fue ayer.
Un día me marché y nunca imaginé que otro día volvería para
quedarme, y es que esta vieja casa está llena de magia, una
magia que me atrapa y me hace sentir bien. En ella reconozco los
sonidos de las viejas vigas al crujir, hasta creo reconocer los
mismos olores de entonces. Es mi casa.
Hoy llueve, el huerto de la casa esta bonito también vestido de
invierno, la vieja higuera luce sus poderosas y desnudas ramas y
el campo bendice esta lluvia tan esperada. Hoy no es día para
salir, ya llegaran las tardes de primavera y de sol para gozar de
los campos.
Hoy quiero disfrutar de la magia y los rincones de esta casa.
-Remedios Arco de La Salaera Wedding
Escuela de protocolo
Pasamos la mañana en la espectacular La casa de la loma acompañando a Hanami Wedding y a las chicas y chicos del Diplomado W.P de la Escuela de protocolo de Granada haciendo una de las actividades que hacen fuera del escuela.
Además de hacer fotos, pudimos hablar con las futuras y futuros Wedding planner sobre qué creemos que es importante que conozcan respecto a los fotógrafos de boda para que puedan ofrecerle a cada pareja el fotógrafo que se adapte a ellos. Tuvimos un ratito corto pero fue intenso, los que nos conocéis ya sabéis que hablamos mucho y si es de bodas mucho más.
Pero a lo que iban realmente era a aprender sobre shooting y sobre decoración floral, así que de la mano de Lucía Cuadros hicieron un taller floral del que sacaron parte de la decoración que luego usamos para hacer las fotos.
Fue la salaera Wedding la que planificó y creo la preciosa historia que habéis leído y los escenarios para la editorial.
Inés Sánchez se encargó de maquillar y hacer su magia con las modelos y belis.mua fue la encargada de la peluquería.
Olga puso la ropa, los complementos y las dos súper modelos de las que cualquiera diría que era la primera vez que participaban en una sesión de fotos.
Como siempre nos sentimos súper afortunados de estar rodeados de grandes profesionales pero que sobre todo son personas increíbles.